El presidente de Francia propone durante la clausura de la cumbre sobre medio ambiente, una revolución en la forma de gobernar, para poner el tema del medio ambiente en el centro de la política. Entre las propuestas está el penalizar con impuestos los países que no respeten el protocolo de Kyoto, y reducir el IVA a los productos ecológicos para fomentar su consumo. Pueden leer el artículo en el periódico El País de España: Sarkozy propone gravar los productos procedentes de países que no respeten Kyoto.
Aunque el anuncio suena bien, el problema inherente es precisamente el tema central de este blog: no todo lo que dice ser verde es realmente verde. No sé si en Francia hay normativas claras para definir lo que es un producto "ecológico". Igualmente, que un país haya firmado el protocolo de Kyoto no significa necesariamente que lo cumpla. Sarkozy, prudentemente, se refiere "a los que no lo respeten", no a los que lo "hayan firmado". USA, que no lo ha firmado, tiene normativas sobre edificios verdes desde 1998 (LEED). España, que si lo firmó, estrenó una normativa similar el año pasado: ocho años de retraso.
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